Después de diez años volvemos a tener con nosotros en el M.ARCA. al escultor y artista Gil del Pozo. Fue un gran descubrimiento aquella magnífica exposición que disfrutamos durante dos meses hace ya más de 10 años. Su maestría estaba patente en su obra, muebles y figuras surrealistas, realistas, y en relieves de formas imposibles y de extraños seres que se movían en mundos oníricos.

Hoy volvemos a comprobar que de la magia de sus manos sigue brotando arte, y desde la médula del ébano, o el abeto, del castaño o roble, nogal, peral, cedro o de cualquier raíz o tronco, llenos de tiempos y de vidas,  regresan en cientos de figuras y formas únicas, llenas de pureza, originales como  su espíritu mismo.

Sigue sorprendiendo la destreza, la impronta, su huella personal, la suavidad de las texturas…y sobre todo  su mensaje. Ninguna figura o pieza es ajena al mensaje. Cada obra nos traslada a la expresión de lo humano o inhumano.  Ahí reside la lectura de su obra: en la ecología, la historia, la naturaleza, lo pragmático  o lo onírico, la vida y la muerte, lo sagrado o lo profano… Gil siempre encuentra las formas y las expresiones de sus figuras, como si realmente se tratase de seres durmientes en las entrañas de las maderas, parece como si los hados de nuestros bosques del Bierzo le hubieran elegido para extraerlos de las sombras.

A Gil del Pozo las musas siempre le encuentran trabajando, y ese debe ser su secreto. Nació con Arte en las venas, pero también se forjó y aprendió con el maestro suizo (Berna1990) Hans Peter Raihen, y desde ese momento no ha dejado de crear, de realizar  exposiciones, y de enseñar en Escuelas de ebanistería.

Las figuras de princesas merovingias, caballeros, monstruos del devenir,  cruces, retablos, puzles multicolores, Venus o madres llenarán de aromas y belleza las salas del Museo Arqueológico de Cacabelos.

La exposición “ESCULTURAS” de GIL DEL POZO estará en el Museo Arqueológico de Cacabelos M. AR. CA. Desde el 22 de enero hasta el 14 de marzo, en la calle de Las Angustias número 24, en pleno Camino de Santiago. La exposición ocupará las tres plantas del edificio: sótano, planta baja, y planta primera