Queridos miembros del ICOM,
Estimados colegas,

Quiero empezar este mensaje enviándoles mi más cálido apoyo en estos tiempos difíciles. Espero que ustedes, sus familias y amigos estén a salvo y saludables, y que estén enfrentando esta situación tan bien como puedan.

En estas últimas semanas, nuestro mundo se ha convertido en un lugar extraño. Con casi la mitad de la humanidad confinada en sus casas, es difícil no preguntarse cuándo y si nuestras vidas volverán a ser lo que eran antes. Aunque la pandemia COVID-19 es, para muchos de nosotros, el mayor desafío global que hemos encontrado en nuestras vidas, es tal vez el momento para que reflexionemos sobre lo impecable que ha sido la vida antes de ella. Como cualquier otro desafío mundial, necesita una respuesta global en todos los sectores, y los museos tienen un papel que desempeñar.

Los museos han permanecido abiertos durante otras crisis en el pasado; sus espacios disponibles para que las comunidades intercambiasen, se reuniesen y sanasen. Estaban listos para coleccionar el presente, encontrarle juntos un sentido y compartir lecciones para el futuro. Esta vez, miles de museos de todo el mundo están cerrados y no sabemos cuándo volverán a abrir. Aparte de los trabajadores de seguridad y mantenimiento, muchos de los cuales todavía están in situ protegiendo nuestros museos y arriesgando sus vidas en ello, la mayoría de los profesionales de los museos se encuentran confinados. A los que aún están movilizados, deseo expresarles mi mayor gratitud y profunda admiración, las cuales estoy segura de que son compartidas por toda la comunidad museística internacional.

Paradójicamente, incluso con sus puertas cerradas, los museos nunca han sido tan accesibles. La oferta de visitas virtuales, colecciones, vídeos y conferencias es inmensa y crece cada día. Es como si el brote de COVID-19 hubiese desencadenado una innovación que va más allá de las soluciones digitales, extendiéndose al apoyo de la capacidad de recuperación de la comunidad. Los museos más pequeños que no cuentan con tecnología puntera están demostrando una extraordinaria resiliencia al encontrar otras formas de llegar a sus públicos, a veces con algo tan simple como un hashtag. Nuestro campo se está viendo obligado a cambiar a un ritmo acelerado. Tenemos la oportunidad y el poder de hacer que el final de esta historia sea mejor de lo que podría ser de otra manera.

El ICOM y sus comités no son una excepción a esta ola de cambios. A pesar de las cancelaciones de muchas conferencias y reuniones, incluyendo las Reuniones Anuales del ICOM, nuestra red se está adaptando rápidamente al nuevo paradigma. Los comités del ICOM ya están proponiendo alternativas interesantes para mantenerse en contacto con sus miembros dondequiera que estén, como seminarios online, campañas en las redes sociales y, en general, una presencia digital más fuerte. Insto a los presidentes de todos nuestros comités a que sigan con el dinamismo habitual en sus grupos. A nuestros miembros les aseguro que no importa cuánto tiempo dure el confinamiento, el ICOM no dejará de estar ahí para ustedes. Seguiremos tratando de alcanzarles, escucharles y comprometernos con ustedes; y cuando esta situación termine, nuestra red internacional será más fuerte que nunca.

Somos plenamente conscientes y confiamos en la tenacidad de los profesionales de los museos para afrontar los desafíos que plantea la pandemia de COVID-19. Sin embargo, el sector de los museos no puede sobrevivir por sí mismo sin el apoyo público y privado. Existe una necesidad urgente de fondos y políticas de ayuda de emergencia para proteger a los profesionales y a los trabajadores independientes en contratos precarios. Esta crisis ha puesto a numerosas instituciones culturales de todo el mundo al borde del colapso económico. Sin embargo, necesitaremos museos cuando esto termine; incluso más que antes. Tras este período de duro aislamiento, los necesitaremos para recordar quiénes somos y a dónde pertenecemos, y para decidir lo que queremos hacer de nuestro futuro con la experiencia que habremos acumulado. Sin duda, nos comprometeremos más con nuestras comunidades para construir un futuro sostenible para nuestro planeta.

Estimados colegas, el ICOM ha representado a la comunidad museística internacional desde 1946, defendiendo incansablemente la función vital de los museos en sus comunidades en tiempos difíciles e inciertos. Seguiremos haciéndolo durante la pandemia y después de ella. Esta crisis exige cambios profundos. Adaptaremos nuestro trabajo para continuar nuestra misión, con el inestimable apoyo de nuestros miembros, para que estos también puedan seguir apoyando el bienestar de la comunidad en sus respectivos entornos. La solidaridad, la dedicación y el profesionalismo de todos y cada uno de ustedes ha sido y será siempre nuestra fuerza colectiva.

Suay Aksoy, presidenta del ICOM